—Señor Pérez, salga usted a la pizarra y escriba: «Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa».
El alumno escribe lo que se le dicta.
—Vaya usted poniendo eso en lenguaje poético.El alumno, después de meditar, escribe: «Lo que pasa en la calle».
Mairena. —No está mal
(ANTONIO MACHADO, Enseñanzas de Juan de Mairena)
Pues gracias al amigo Mairena ya he recordado el motivo de mi viaje. Quiero ver otras calles que no sean las de costumbre, y quiero saber lo que pasa en ellas. Así de simple.
Sé que las olas del mar son infinitas y que nada iguala la belleza de un amanecer tras los montes. El olor a tierra mojada y el rumor del viento en los árboles son las mejores sensaciones posibles. Contemplar cómo arde la leña en el hogar es hipnótico, y acariciar un ternerito es una delicia...
Todo eso lo disfruto, pero yo soy carne de asfalto y para mí no hay comparación posible con un recorrido sin rumbo por un casco urbano observando las casas y a la gente, lo que hacen y dicen, el ambiente. Ese me parece el mejor espectáculo del mundo. Yo personalizo las ciudades que forman parte de mi vida, y a todas las he amado de diferente forma: Palma es la tapada porque no la recuerdo, con Barcelona tengo una relación de amor-odio, lo de Sevilla fue un matrimonio de conveniencia, y Madrid fue un flechazo desde el primer día.
Busco ahora sensaciones breves pero intensas con las urbes que vaya conociendo en este recorrido... Me encantaría poder decir que me quedaba en alguna largo tiempo para poder enamorarme poco a poco de sus calles... pero la realidad es una diosa muy tozuda, y no me concede ese lujo... Tampoco voy a completar los recorridos turísticos al uso, sólo pretendo pasear y observar. Y aprender lo que pueda y me dejen, nada más.
Espero me me podáis acompañar el algún tramo de mis paseos por esta Europa decadente y malhumorada que se nos desdibuja por momentos, pero que ahí sigue como si nada. Negando los estragos de la vejez y exhibiendo la belleza de sus calles y la diversidad de sus gentes como si aún fuera una jovenzuela en busca del primer amor... Espérame, mi vida, que ya llego.
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